El desarrollo de las habilidades sociales en el aula

Los humanos somos seres sociales que necesitamos relacionamos con los demás. Eso hace que, desde pequeños, ajustemos nuestro comportamiento a lo socialmente establecido como correcto o habitual. Cuando lo que sucede a nuestro alrededor no es lo que esperamos, se produce un desequilibrio en nuestro pensamiento y nuestro sentimiento. El desarrollo de las habilidades sociales nos ayuda a desenvolvernos en la sociedad de una manera más equilibrada.


¿Qué son las habilidades sociales?
En la actualidad, no existe una definición consensuada por parte de la comunidad científica de lo que son las habilidades sociales, ya que existen distintas concepciones conceptuales según diversos autores.
Desde el punto de vista educativo, y de un modo sencillo, podemos decir que las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas de forma natural que se manifiestan en situaciones de relación social e interpersonal. Esta definición nos permite afirmar que las habilidades sociales, en mayor o menor medida, pueden ser enseñadas y aprendidas.

¿Cómo se aprenden?
Las habilidades sociales se aprenden básicamente por:
1. Experiencia directa. Los niños desde una edad muy temprana comienzan a ensayar las conductas sociales que observan en los adultos que les rodean y en los demás niños. Gracias a la interacción, van modificando su forma de actuar y de concebir el mundo según sea más o menos aceptada.
2. Imitación. La imitación es una de las mayores fuentes de aprendizaje de las personas, especialmente en edades tempranas. Los niños imitan aquellas conductas que realizan los mayores y que son valoradas positivamente por otros mayores. 
3. El reforzamiento social positivo y negativo. A medida que los adultos o la sociedad refuercen unos comportamientos, los niños irán modificando su conducta para lograr su aprobación.   

¿Cuáles son las habilidades sociales básicas?
Las habilidades básicas serían las siguientes:
  • Escuchar. Se refiere no a oír, sino a escuchar a nuestro interlocutor de una forma activa, cercana y empática. A pesar de que es una habilidad básica, su puesta en práctica es muy compleja. 
  • Presentarse y presentar a otras personas. Aunque pueda parecer fácil, saber introducirnos o introducir a otros es una habilidad básica fundamental. Por lo general, todos tendemos a decir lo que somos, pero no quiénes somos.
  • Iniciar una conversación. Se trata de iniciar una conversación con soltura y cortesía, haciendo que nuestro interlocutor se sienta cómodo y seguro. 
  • Formular una pregunta. Saber preguntar es parte fundamental del aprendizaje en cualquier ámbito, ya sea escolar, familiar o laboral. Formular preguntas de manera adecuada nos ayuda a mejorar en nuestras vidas.
  • Dar las gracias. Saber reconocer a los demás es una habilidad básica en cualquier relación personal o profesional que, además, hace que se establezcan vínculos emocionales muy positivos entre las personas. 

¿Cuáles son las habilidades sociales complejas?
En general, existen múltiples y diversas habilidades sociales complejas. En este artículo, os hablaremos de las más importantes para el aula. 
  • Empatía: capacidad   de ponerse en el lugar del otro y entenderle.
  • Resiliencia: capacidad para recuperarse frente a la adversidad. No confundir con la sumisión o aceptación.
  • Asertividad: capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a los demás. 
  • Cooperación: capacidad de colaborar y cooperar con los demás para lograr un objetivo común.
  • Comunicación: capacidad de expresarse y de escuchar de manera sincera, activa y respetuosa.
  • Autocontrol: capacidad de controlar los impulsos.

¿Qué problemas puede causar un mal desarrollo de las habilidades sociales?
El inicio en el desarrollo de las habilidades sociales se produce durante la infancia, por lo que los primeros años del niño son fundamentales para el aprendizaje de estas habilidades.
Cuando un niño no tiene una relación equilibrada con sus iguales, puede mostrar:
a) Problemas de autoestima: ya que estos niños se sentirán poco valorados por la sociedad en general y por las personas que le rodean en particular.
b) Agresividad: ya que tienen dificultad para expresar deseos, sentimientos y opiniones, y la falta de entendimiento de los demás les produce ira que puede transformarse en agresividad. 
c) Egocentrismo: debido a la falta de relaciones que estimulen su empatía y el conocimiento del otro.
d) Timidez: debido a la dificultad para relacionarse que hace que se vayan  encerrando poco a poco en sí mismos. 
e) Sumisión: ya que la falta de confianza en sí mismos les lleva a actuar de una manera concreta para buscar la aceptación de los otros, incluso a veces en contra de sus propios principios o necesidades.
f) Depresión: ya que muchas veces se sienten incomprendidos y solos, los cual les conduce a la depresión.

¿Cómo educar las habilidades sociales?
Para enseñar habilidades sociales, hay que tener una serie de pautas bien establecidas y claras:
a) Ampliar su vocabulario. Muchos de los problemas de agresividad de las personas tienen su origen en la incapacidad que dichas personas manifiestan para comunicarse de una manera clara con los demás.
b) Practicar fórmulas de saludo y despedida y ponerlas en práctica diariamente. El centro educativo y el aula deben ser un lugar donde dar las gracias, saludar o pedir perdón sea algo absolutamente cotidiano. 
c) Fomentar el diálogo. Debemos procurar el dialogo constante con nuestros alumnos y dejarles que se expresen libremente para que, de ese modo, puedan ordenar sus sentimientos y construir sus ideas. Cuanta mayor experiencia en el diálogo, mejor será su discurso.
d) Educar en el equilibrio entre el cariño y la exigencia. Los niños deben ser felices, pero también deben desarrollar la responsabilidad, el sacrificio y el esfuerzo.
e) Fomentar la interacción. Debemos procurar que nuestros alumnos interactúen con todo tipo de personas (de su edad, más jóvenes y mayores) para que, de esta forma, construyan unas habilidades sociales amplias. Del mismo modo, también debemos fomentar la interacción con personas de diferentes culturas para que puedan hacerse una composición de las bases conductuales en que se basan las diferentes sociedades. Todo ello les ayudará a empatizar y perder el egocentrismo. 
f) Ser sinceros. Este es uno de los aspectos más relevantes a la hora de enseñar habilidades sociales. En el ámbito de las emociones y de las habilidades sociales, los niños quieren ser tratados como iguales, de tal forma que encuentren en el otro un receptor y no un juez.
e) Ser ejemplo. Por último, es fundamental que seamos conscientes en todo momento de que somos ejemplo de nuestros menores, así que debemos leer para que ellos lean, debemos usar de manera equilibrada el móvil para que ellos también lo utilicen de manera equilibrada, no debemos gritar para que ellos no griten, debemos tener una alimentación saludable para que ellos también coman sano,…

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