El Mindfulness en la escuela

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Cada vez son más los centros educativos que incorporan el Mindfulness dentro de sus programaciones. Pero, ¿qué es el Mindfulness?, ¿cómo se puede introducir en las aulas?, ¿qué beneficios tiene?

En este artículo voy a intentar responder a todas estas preguntas.

1. ¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness actual está basado en la meditación Vipassana, una antigua técnica de meditación de la India que consiste en "tomar conciencia del momento presente o tomar conciencia de la realidad". Es lo que se conoce en la actualidad como “atención plena”.
Desde 1970, el Mindfulness se utiliza en psicología clínica y psiquiatría para el tratamiento de distintas enfermedades, lo cual demuestra que sus beneficios están certificados científicamente.

2. ¿Por qué introducir el Mindfulness en la escuela?
Vivimos en la era del click. Todo se mueve a una gran velocidad y apenas tenemos tiempo para reflexionar. En el ámbito educativo, este “ritmo” de vida se manifiesta muy negativamente en las actitudes y habilidades de los alumnos. Los alumnos de hoy en día necesitan cambiar de tarea muy rápidamente para mantener el interés, se aburren enseguida y no son capaces de mantener la concentración por mucho tiempo.
El Mindfulness reporta mejoras en la memoria, la capacidad de concentración, la autoconciencia y la inteligencia emocional, además de una mejora significativa del sistema inmune. (Existen infinidad de estudios que certifican estas mejoras, pero no es el objeto de este artículo)
3. ¿Cuándo practicarlo?
El momento más conveniente para practicar Mindfulness es después del recreo, para recuperar el equilibrio. 
En cuanto a la duración, lo ideal es practicar Mindfulness media hora al día, aunque en edad escolar, especialmente en primaria, es mejor comenzar con sesiones más cortas, de unos de diez minutos, para ir aclimatando la mente a las nuevas sensaciones e ir construyendo poco a poco estados mentales de meditación. Con la práctica, podemos aumentar ese tiempo.

4. ¿Dónde y cómo realizar mindfulness?
Para practicar Mindfulness hay que tratar de buscar un sitio libre de ruidos, con una temperatura agradable y en la que nos sintamos cómodos. Hay quien prefiere hacerlo al aire libre, pero para ello hay que tener un alto poder de abstracción con respecto a los ruidos.
Para realizar Mindfulness podemos adoptar distintas posturas. La más común es sentado en el suelo cómodamente, intentando mantener las vértebras en una posición recta. Las piernas y los brazos deben permanecer relajados, pero sin desestabilizar la línea de la columna. 
También podemos hacerlo en el suelo.
Podemos poner música relajante (música de meditación, música reiki, etc) y echar esencia en el aire.

5. Ejercicios básicos y avanzados
Estos son los pasos en la realización de los ejercicios de Mindfulness.
  • La básico para comenzar a realizar Mindfulness es poner atención en la respiración. Debemos escucharla y sentir como recorre nuestro cuerpo, pero sin pensar explícitamente en ella. 
  • Una vez que nuestra atención esté inmersa en la conciencia de la respiración, debemos seguir con la emisión de un “mantra”, que es una palabra que refiere sonidos que, según algunas creencias, tienen poder psicológico o espiritual. El mantra más habitual es el sonido “ohm”, aunque también podemos utilizar fórmulas como “estoy bien”, “me siento bien”, etc. 
  • Después de esto, o al mismo tiempo, debemos crear una imagen mental relajante, visualizando un lugar tranquilo y que nos produzca bienestar. Puede ser un sitio real o imaginario.
  • Posteriormente, debemos intentar vaciar la mente y dejarla en blanco. Esta es la parte más compleja de la meditación. Para ello, debemos dejar que los pensamientos o imágenes fluyan por nuestra mente, pero sin detenernos en ninguno de ellos, solo percibiéndolos y dejándolos fluir. 
  • A partir de ahí, debemos mantener ese estado el mayor tiempo posible.

6. ¿Cómo guiar la meditación?
Para hacer Mindfulness con alumnos, podemos guiar nosotros mismos como docentes la meditación o poner algún vídeo en Youtube con meditación guiada, aunque -en realidad- no existen muchos que tengan gran calidad. Por eso, yo aconsejo elegir una música relajante y guiar nosotros mismos la meditación.

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