¿Nuevas tecnología en el aula? Sí, pero según para qué.

Desde el diario ABC me piden mi opinión sobre el uso de las tabletas en el aula (pulsando en la imagen y al final del texto tienes el enlace). Aquellos que me conocéis, sabéis que soy un fanático de las nuevas tecnologías. Sin embargo, una cosa es que me gusten las enormes posibilidades educativas que ofrece la tecnología y otra cosa es que crea que deba usarse para todo. 


En los últimos años, los centros educativos han sufrido una invasión tecnológica sin precedentes. Ordenadores de sobremesa, ordenadores portátiles, pizarras digitales, tabletas y teléfonos móviles se han ido incorporando como material de aula frecuente de un modo vertiginoso. Y con ellos, blogs, wikis, webquests, juegos online, libros digitales, cazas del tesoro, juegos interactivos, etc. Durante los últimos años, las distintas instituciones educativas han realizado un enorme esfuerzo económico para transformar los centros educativos en centros punteros tecnológicamente. No hay centro que se precie que no tenga pizarras digitales en todas sus aulas, aunque en muchos casos se utilicen del mismo modo que las pizarras de toda la vida. Los centros más destacados de nuestro país, los centros “top” incluso han cambiado los libros de texto por tabletas. Al parecer, la letra “a” brilla mucho más en una pantalla LCD que en una hoja de papel y eso hace que los alumnos la aprendan antes y mejor. Los libros de texto -dicen- son aburridos, no se ajustan a la realidad de los alumnos, imponen los saberes. En cambio, los libros digitales se ajustan al nivel de los alumnos, son divertidos y permiten la interacción. El final del fracaso escolar está próximo, y todo gracias a una simple herramienta tecnológica. Y es que la vida puede ser maravillosa.

Hoy en día, se considera más positivo invertir en la compra de tabletas que en un huerto escolar. O que en un laboratorio de química. O que en caballetes de pintura. O que en un taller de fotografía. O que en un piano. Lo tecnológico lo ha invadido todo por completo y no ha dejado espacio para otro tipo de materiales propios del aprendizaje. La carencia de un huerto escolar, de una buena biblioteca, de caballetes para pintar, de instrumentos musicales, de un laboratorio de idiomas, de un laboratorio de ciencias, de material deportivo le resta cierta validez a la enseñanza, ya que la manipulación –no lo olvidemos- es una de las mayores herramientas de aprendizaje del ser humano desde su más tierna infancia. Sin embargo, la manipulación finalmente se ha convertido en digitalización, y los alumnos juegan al fútbol con sus dedos a través de una videoconsola, charlan con sus dedos a través de un móvil, tocan el piano con sus dedos a través de un phablet y aprenden a pintar con sus dedos a través de una tableta.

La tecnología como instrumento facilita multitud de actividades humanas. También el aprendizaje. Sin embargo, hoy en día, el uso de la tecnología en educación ha pasado de ser un instrumento a un fin en sí mismo. Lo importante ya no es que el alumno adquiera un aprendizaje concreto, sino que lo adquiera a través de un medio tecnológico, que es mucho más chic. Gracias a ello, hemos llegado por fin al punto en el que nuestros alumnos estudian el nombre de los tipos de árboles sentados en una mesa frente a una preciosa tableta, mientras fuera, en el parque del colegio, el viento acaricia con suavidad las ramas de esos mismos árboles. Sin duda, todo un hito en la evolución humana. 

Pulsando AQUÍ puedes acceder a la edición del diario ABC "ventajas y desventajas de estudiar en una tablet"


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