Educación permisiva: pan para hoy, hambre para mañana

Este sábado 18 de noviembre estuve dando una charla en un acto organizado por FAPA Pinatar sobre educación. Cuando el Presidente de la FAPA, Sebastián Mateo, me llamó y me dijo "Toni; quiero que des una charla a los padres sobre la educación permisiva", inmediatamente me vino el subtítulo a la cabeza; "Educación permisiva: pan para hoy, hambre para mañana". Aquí os dejo un resumen de lo hablado.
Dentro de la educación familiar podemos distinguir principalmente 4 tipos de educación: negligente, permisiva, democrática y autoritaria (eso de "democrática" en las relaciones padres-hijos a mí no me convence en absoluto, así que yo la llamo "equilibrada").


La Educación permisiva se basa en dos aspectos fundamentales: la comodidad de los padres y buscar siempre el cariño de los hijos (es decir; no ser nunca el malo de la película. De ahí, frases como "te va a reñir ese señor", cuando sabemos que debemos ser nosotros como padres quienes tenemos que reñir a nuestros hijos)



Ejemplos de Educación permisiva en el ámbito familiar pueden ser: padres que no les corrigen la conducta a sus hijos que corren en un restaurante, padres que dejan ganar siempre a sus hijos en los juegos o padres que les compran a sus hijos todos sus caprichos. 

Lo habitual hoy en día en las familias es dar una educación permisiva a los hijos hasta aproximadamente los 12 años, y -cuando el hijo pasa al instituto y comienza a haber conflictos en el ámbito familiar debido a la adolescencia y a la falta de normas- de repente pasan a una educación autoritaria. (De ahí el subtítulo "pan para hoy, hambre para mañana").


Durante la charla, también hablé de las características de estos niños/adolescentes debido a la educación permisiva recibida (egocentrismo, poca resistencia a la frustración, abandono fácil, etc.) y también ofrecí algunos consejos para equilibrar esa educación ofrecida en casa (dedicar tiempo de ocio con el hijo, dejar que decidan, dejar que desarrollen su autonomía, establecer unas normas -no hacen falta que sean muchas, pero sí claras- o no utilizar los medios tecnológicos para quitárnoslos de encima).

Cuando educamos, debemos pensar siempre en si lo que estamos educando hoy va a ayudar a nuestros hijos en el futuro. La falta de unas normas, la falta de esfuerzo, la falta de sacrificio, el egocentrismo solo impedirán que nuestros hijos puedan enfrentarse con las mejores herramientas a un mundo cambiante. Aunque la educación permisiva sea -en muchas ocasiones- cómoda para los padres al principio es, sin embargo, altamente perjudicial para los hijos. Y eso, es lo único que debe importarnos. Los problemas que solucionemos hoy como padres, serán problemas que no tendremos que solucionar mañana. 

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